Cortinas Acústicas de Alta Densidad y Excelentes Prestaciones

Las cortinas acústicas que fabricamos cuentan con la nueva generación de características nanotecnológicas que les confiere un poder de absorción del sonido singularmente notable para el confort acústico del hogar o cualquier otro espacio. Son capaces de reducir en 7 decibelios los ruidos que llegan a través de las ventanas, para proporcionar a sus estancias un ambiente más sosegado.

Además de ser opacas, las cortinas acústicas se adaptan a su ritmo de vida y le ofrecen la libertad de modular la luz hasta el grado de oscuridad total, para lograr un sueño reparador de una calidad impecable. Por último, contienen una capa térmica que evita que se escape el calor en invierno y conserva el frescor en verano. El resultado es una temperatura interior ideal durante todo el año, además del ahorro en la factura de la luz.

Fundamentalmente nuestras acústicas se utilizan para absorber el sonido y controlar la resonancia (eco no deseado). Y son muy demandadas para cines, teatros, salas de actos, salas de conferencias, bibliotecas, emisoras de radio, salas de audición y grabación, etc…

Al absorber las primeras reflexiones sonoras con el fin de atenuar la potencia de las mismas, previenen las reflexiones directas con eficacia y reduciendo las reverberaciones.

La forma más adecuada de ajustar la acústica y la luz de un teatro o evento, con tejidos técnicos que bloquean la luz parcialmente o telas que son blackout total para la creación de cajas negras. La capacidad del tejido de absorber la luz y permanecer oscura es clave.

La calidad de nuestras confecciones tanto en su parte superior, en laterales como en la inferior, se adaptan a la función de las cortinas acústicas que nuestros clientes nos piden, garantizando el confort acústico de los usuarios.

En cortinas acústicas la densidad, la porosidad y el grado de permeabilidad se regulan dentro de ciertos parámetros, para obtener un factor de absorción elevado, es siempre aconsejable darle a la confección de la cortina el doble de frunce, para que el vuelo contribuya a romper las ondas sonoras y disipen las posibles reflexiones. Al mismo tiempo y gracias a la porosidad de nuestros tejidos técnicos, el exceso de sonido que atraviesa la cortina pierde gran parte de su potencia sonora, dando como consecuencia una aminoración en decibelios al otro lado.