En una butaca de cine los puntos críticos que están expuestos a una mayor degradación, son en su mayor parte y la más visible el desgaste del tejido de su tapizado. Este deterioro surge de la elongación de los hilos que conforman la trama y urdimbre.

Los hilos son sometidos a ensayos en un proceso donde determina la fuerza de rotura y el alargamiento a la rotura, conforme a la norma ISO 2062.

Esta norma es un ensayo sobre la utilización de los hilos y cordeles textiles cuando se desea medir la fuerza de rotura y el alargamiento en el punto de rotura para una determinada velocidad de desplazamiento.

El ensayo de hilo es un control esencial que audita la calidad del mismo y tiene lugar entre la obtención de la materia prima y la fabricación de telas. A través de este proceso se determina la calidad de la materia prima y se ayuda a controlar la calidad del producto final.

Con este tipo de controles se pretende ofrecer una garantía en los tapizados de butacas, que aseguren una prolongada vida útil.

Las manchas grasientas son otra de las razones por las cuales las tapicerías en los asientos de cines terminan por estropearse más. A pesar de que los tejidos tienen hoy día una mayor resistencia, no deja de ser necesaria una limpieza a fondo en los casos donde las manchas son más agresivas y profundas.

A veces los diseños pueden presentar defectos que no se empiezan a reflejar hasta pasado un largo tiempo, siendo la estructura interna dentro del bloque de espuma la que tiene que soportar el peso de la persona. En este sentido, muchas butacas tienen una altura en su estructura muy por debajo de lo deseable, abriéndose la espuma por la parte donde no tiene apoyo interno.

En estos casos toda la pieza de espuma moldeada se vuelve a fabricar con el sistema de moldes que llevan en su interior un acceso por donde se inyecta el polipropileno líquido, expandiéndose en breve tiempo hasta alcanzar todos los espacios.

Desde los comienzos del cine o el teatro, las butacas han ido evolucionando hasta convertirse en cómodas butacas que se adaptan a la perfección al cuerpo de cada espectador. Esta adaptabilidad y comodidad es posible gracias a la espuma flexible de poliuretano.

Esta ofrece a los diseñadores de butacas una gran versatilidad en aspectos de acabados y diseño, al tiempo que garantiza el confort en los usuarios. Las espumas flexibles de poliuretano son suaves y, como material de relleno, proporcionan un apoyo firme y seguro para cojines de asientos, colchones y butacas.